En la noche se cometen los mayores pecados, muchas bestias cazan, la pasión se deja correr,
se libera como un animal hambriento,
desesperado por salir
y la gente no besa, muerde.
Durante el día, las sonrisas iluminan muchas veces más que el sol.
Los sonrojos se aprecian claramente,
los sentimientos se ocultan más difícilmente
y la alegría se confunde con la luz del sol.
Durante la noche, al caer el sol, se planea el siguiente día.
Se acaba lo que empezó durante la mañana y siguió en la tarde.
Se añora lo que se tuvo y se desea lo que, durante la noche, se tendrá.
Se ocultan las emociones, obligando al otro a acercarse mucho para sentirlas.
De día se olvida la locura, se deja paso a la razón.
Nos acercamos a nuestras metas, trabajamos duramente por conseguirlas.
Prometemos y acatamos.
Se borran las huellas de la noche, de la libertad que ofrece la oscuridad.
Por la noche vivimos intensamente,
Buscamos lo que de día deseamos
Soñamos,
y sobre todo amamos.
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